lunes, 25 de abril de 2016

Crítica: El Niño y la Bestia (2015)






Hola de nuevo.

Hemos tenido la suerte de poder ver en pantalla grande esta obra maestra de la animación: El Niño y La Bestia.

 




Una vez más la animación japonesa demuestra que poseen de las mejores industrias de animación del planeta y este anime es un buen ejemplo de ello.

La sinopsis dice lo siguiente

Kyuta es un niño solitario que vive en Tokio, y Kumatetsu es una criatura sobrenatural aislada en un mundo fantástico. Un día, el niño cruza la frontera al otro mundo y entabla amistad con Kumatetsu, que se convierte en su amigo y guía espiritual. Este encuentro les llevará a vivir multitud de aventuras.


Desde el momento en el que se convirtió en la primera película de animación en Sección Oficial en el festival de San Sebastián supe que debía tener algo distinto, que no era una casualidad y desde luego no me equivocaba.




El director Mamoru Hosoda supo desde niño después de ver una película de Studio Ghibli que se quería dedicar a lo mismo, transmitir lo que transmitía el maestro Hayao Miyazaki y, pese a que fue rechazado para formar parte de dichos estudios, no desistió en su empeño y gracias a ello podemos disfrutar de películas como esta.


 
Una vez más, Hosoda se ha dedicado a retratar el tedioso proceso de hacerse mayor y como ya hiciera con otros títulos como La chica que cambiaba a través del tiempo y Los niños lobo lo realiza de una forma realmente bella. Ya que no solo vemos como el niño crece físicamente, sino también en madurez



Desde luego se nota que es un proyecto mimado en cada minuto, de alguien que se postula como el nuevo rey del anime, pero que a la vez está dispuesto a abrirse al resto del mundo.

El niño y la bestiaPese a tener un mensaje final bastante obvio, en un inicio pensamos que solo vamos a ver la lucha de un niño perdido de encontrar su sitio, ya sea en el mundo humano o en el paralelo de las bestias antropomórficas,pero no es solo eso sino que poco a poco va entrelazando otros aspectos que la hacen especial.

Durante la primera parte del largometraje, la complicidad de Kyuta y Kumatetsu me recordó mucho a Karate Kid, sin dar cera ni pulir cera ni atrapar moscas con palillos, pero si con ciertos problemas de entendimiento entre bestia y niño, pero con el mismo mensaje de disciplina y esfuerzo algo trillado pero nada pesado gracias a la simplicidad compleja visual.


Con el paso de la película, el pequeño Kyuta también crece y maestro y pupilo pasan a ser compañeros de armas, pero al crecer, los cambios en la vida y los problemas también se hacen mayores y ahí empieza la segunda parte de la película y sin duda la más visual. Y en dicho cambio considero que esta la magia. 

Cuando Kyuta crece todo se hace más oscuro a la par que más realista, supongo que por eso mismo nuestro protagonista vuelve al mundo humano de nuevo, por la necesidad de arreglar cosas de origen para encontrar su lugar.

Quisiera destacar la delicadeza con la que esta retratada Tokio a la vez que el mundo antropomórfico con colores más cálidos, me reflejó cierta crítica a las frías y grises ciudades actuales.

Las escenas de acción que acontecen, medidas al detalle demuestran que los dibujos en 2D siguen teniendo la magia de siempre tanto para niños como para adultos.

Las alusiones a Moby Dick presentes en esta parte del largo considero que son de lo más acertadas así como el hecho de que la bestia “maligna final” no sea visible en las cámaras de seguridad de las ciudades y es que la magia, así como los sentimientos, en definitiva la profundidad del ser humano, no se puede reflejar de forma real en un vídeo.

Otro de los aciertos que quiero resaltar es el hecho de que de un inicio veamos solo sombras, imágenes desenfocadas, hace que el espectador se enganche y tenga ese gusanillo de saber más.

Como contrapunto decir que personalmente hubo una parte del largo que se me hizo algo pesada, el final del primer acto pero que es algo asumible gracias a la carga visual.

Ya os he comentado que posee un mensaje obvio pero eso no resta que posea giros narrativos cuanto menos sorprendentes hasta el final.

La Claqueta cinegética le da un:  8 / 10


Como ya es parte de nuestro sello, me despido de vosotros con el trailer y deseaandos muchos momentos de cine.


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