jueves, 17 de septiembre de 2015

Crítica: La visita (2015)

Hacía ya 7 u 8 años, desde ‘El orfanato’, que no iba a ver una película de terror al cine, del que en esa época era gran consumidora. Hasta ayer, y la elegida fue la última de M. Night Shyamalan, y la verdad es que fue una buena experiencia.



La sinopsis reza: Una madre deja a sus dos hijos en la remota granja de sus abuelos, en Pensilvania, durante una semana. Los niños descubrirán que la anciana pareja está metida en algo profundamente inquietante.

Tras sus fracasados intentos con el cine fantástico (‘After Earth’, ‘The last Airbender’), vuelve al género de terror, que fue el que le lanzó al estrellato, con una película de bajo presupuesto, grabada en 27 días, sin trailers donde pasar los ratos que no grababan. En lugar de eso, los pasaban en la casa que aparece en la película, cosa que al director le vino muy bien para coger ideas que en principio no tenía en el guión. Grabada estilo “falso documental”, cámara al hombro, acentúa lo anterior.


Hace un buen uso de un ambiente muy común para cualquier niño que se precie, la casa de los abuelos, y convierte a sus anfitriones en algo muy siniestro. Lo bueno que tiene, aunque alguna gente sea lo que critique del estilo del director, es que siempre le da una lógica, o intenta dársela a sus películas, y ‘La visita’ no es la excepción.

Otro acierto es que ha contratado a unos actores desconocidos para el gran público, lo cual no nos desvía la atención de lo realmente le importa contar, y a la vez la hace más cercana. Él mismo se ve reflejado cuando era joven, según nos cuenta, en la niña obsesionada con grabarlo todo, Becca (Olivia DeJonge). Y su hermano Tyler (Ed Oxenbould) es otro acierto del reparto, dándonos momentos realmente graciosos, y que sirven para liberar alguna tensión acumulada por algunos sustos.

Y sí, hay risas. Sí, en una película de terror. No, no es porque esté mal hecha. No son risas involuntarias, sino que nos buscan, obteniendo en la sala más carcajadas que algunas comedias que se dediquen únicamente a eso, detalle que nos hace ver que tiene las habilidades necesarias para crear comedias. A veces, con esas letras rojas que tienen como fondo un terreno inundado de nieve, me recuerda a ‘El resplandor’, y otras veces, y creo que es por la manera de estar grabada, recuerdan a ‘La bruja de Blair’, hacia la cual vi un guiño.

Si estáis esperando una película de Shyamalan para perdonarle sus últimos batacazos, sin duda es esta. Un año en el que parece haber estado también acertado, con división de opiniones como siempre pasa con este cineasta, en la serie ‘Wayward Pines’.

El tráiler, a continuación:



2 comentarios:

  1. Ya da miedo con sólo leer la crítica.
    Esta no la voy a ver.

    ResponderEliminar
  2. Ya da miedo con sólo leer la crítica.
    Esta no la voy a ver.

    ResponderEliminar