jueves, 2 de julio de 2015

Crítica: Coherence (2013)

¡Hola, cinéfilos del mundo!

Como novedad, hoy no vengo a hablar de una película de reciente estreno. Vengo a hablar de 'Coherence', la cual se estrenó el año pasado. ¿Alguien la vio en el cine? ¿En cuántos se estrenaría? Estoy segura que a más de 300 kilómetros de mi ciudad, si acaso, habría algún cine que lo hiciera.



Y os preguntaréis, ¿por qué? Pues porque no podía dejar pasar la oportunidad de recomendar esta joya escondida del cine americano menos conocido por todos, una ciencia-ficción de bajo presupuesto, y que yo vi recientemente. Fue (merecidísima) ganadora a "Mejor Guión" en el Festival de Sitges.




Dirigida por James Ward Byrkit, y protagonizada por actores no demasiado conocidos, pero que mencionaré alguno de sus nombres por la valía que mostraron: Emily Baldoni, Maury Sterling, Nicholas Brendon, Elizabeth Gracen. Pues bien, la premisa de la que parte esta película puede resultar sencilla en un principio: En Finlandia, en 1923, el paso de un cometa hizo que los habitantes de un pueblo quedaran completamente desorientados; incluso una mujer llegó a llamar a la policía denunciando que el hombre que estaba en su casa no era su marido. Décadas más tarde, un grupo de amigos recuerda este caso mientras cenan, brindan y se preparan para ver pasar un cometa.

Amigos míos, no os engañéis por el título. Aquí en esta película, no abunda la coherencia. Se la puedes buscar, vale, pero no es el propósito para nada. Desde los planos del principio con cortes bruscos y podríamos decir sin venir a cuento, ya te puedes ir haciendo una idea de lo que te vas a encontrar. Crees que va a tener relación con lo que ocurrió en 1923, pero nada más lejos. 



Un detalle, que creo que es necesario saberlo, es que estamos ante una obra de cine experimental. La ópera prima del director James Ward Byrkit, en la que también ejerce como guionista, deja a los actores un amplio margen de actuación, dando lugar a la improvisación. Creo que hasta los mismos actores se sorprendían de lo que estaba haciendo con ellos. 



Cuando ocurre el apagón muchas cosas pasan, sientes la angustia de los protagonistas, incluso me atrevería a decir que hay algo de terror psicológico, pero a la vez disfrutas, no siendo capaz de apartar la mirada ni un segundo. Y no, no aparecen aliens, ni cosas por el estilo. Simplemente todo se reduce a la paradoja de Schrödinger. O al incumplimiento de ella... o a ambas cosas. Ese es el juego del director, y vais a tener que ver la película para estar o no de acuerdo, porque hasta aquí puedo llegar.

Os dejo el trailer, por si os pica el gusanillo, lo tenéis aquí a mano:




En momentos me recuerda a otra ópera prima, que tengo pendiente de revisionar, 'Otra tierra', del director Mike Cahill, que quizás os suene porque este año se alzó con Mejor Película también en Sitges por su 'Orígenes', protagonizada por la cada vez más espléndida Brit Marling, aunque esta fue de sus primeras películas. Os la recomiendo si os gustó esta.

Y sin más, me despido hasta el próximo día, deseándoos un inicio de verano lleno de buen cine.


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