¡Hola amigos!
Tras la resaca de las entradas de Cannes, vengo con algo de retraso a comentaros la película que vi el pasado miércoles en el cine.
La película en cuestión es 'Suite francesa', dirigida por Saul Dibb, protagonizada por Michelle Williams, Matthias Schoenaerts y Kristin Scott Thomas, y basada en la novela homónima de Irène Némirowsky.
La trama nos sitúa en una Francia ocupada por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, donde una campesina, que vive con su suegra y tiene a su marido como prisionero de guerra, tendrá que compartir techo con un soldado alemán.
La película en general me dejó una sensación de no saber si me gustó o no. Los actores están muy correctos, el guión no cae en sentimentalismos como estamos acostumbrados en películas con tramas similares. A la vez, y al ser tan correcta, sin mojarse demasiado, nos deja fríos en la orilla.
Menos mal que la pareja protagonista tiene el suficiente talento para crear fisuras entre tanta perfección en las que puedes ser capaz de explorar realmente la historia, ya que la originalidad en temas de ocupación nazi, y especialmente, de los romances en tiempos de guerra, queda descartada, ni es en ningún momento lo que pretende la película.
Entre los secundarios reconocemos a actores, a veces con esfuerzo, tal es el caso de Margot Robbie (conocida por 'El lobo de Wall Street'), Sam Riley ('On the road'), y quienes hayáis visto la serie alemana 'Hijos del Tercer Reich', o la película 'Oh boy', sin duda reconoceréis a su protagonista, Tom Schilling, encarnando al personaje más despreciable del film.
La mayor emoción llega, irónicamente, al terminar la película, pues te cuentan la historia de Irène Némirowsky, la autora de la novela en que está basada. Nos cuentan que fue una más de las judías perseguidas por los nazis, llevada a Auschwitz, donde posteriormente murió en 1942. Fueron sus hijas, escondidas por amigos de la familia durante la guerra, las que siempre llevaban el manuscrito de 'Suite francesa' entre otros a buen resguardo en una maleta, quienes años después dieron a conocer al mundo el inacabado trabajo de su madre.
Resumiendo, no es una película mala, no os quepa duda de ello, pero no te deja la sensación de haber visto algo que permanecerá en nuestra mente durante demasiado tiempo.
Sin más, y hasta la próxima, me despido, deseándoos muchos momentos de cine.
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