En Cine En Los Genes nos recorrimos unos cuantos
kilómetros para llegar a una boda, la de ‘La novia’, nueva película de Paula
Ortiz, película que entra dentro de lo mejor del panorama nacional del año.
“Desde pequeños, Leonardo, el novio y la novia han formado un triángulo inseparable. Sin embargo, las cosas se han complicado mucho últimamente: el novio y la novia se van a casar, pero entre ella y Leonardo siempre ha habido algo más que amistad. La tensión entre ambos cada vez es mayor, como un hilo invisible que no pueden explicar, pero tampoco romper.”
Desde el momento en que leí comentarios de ella
en el último Festival de San Sebastián, tenía unos deseos enormes de verla. Después llegó
el tráiler, y ya no me hacían falta más comentarios, tenía que ver esa
película. Me leí su texto de origen para ir concienciada, ya que no se puede hablar de 'La Novia' sin mencionar
que es una adaptación de ‘Bodas de sangre’ de Federico García Lorca, que a su
vez estaba basada en unos hechos acontecidos en la localidad almeriense de Níjar. Cuando al fin se
estrena, me encuentro con que no la traen a mi cine habitual, así que dos semanas después decidí
trasladarme para poder verla, y qué mejor ciudad para ello que Granada, bajo esa inmensa Luna que sólo le faltaba un día para estar Llena, la tierra de origen del
artista que dio a conocer esta historia al mundo entero.
Lo primero que quiero dejar
constancia es que esta película no es una película al uso, su público objetivo
no es el de multicines, y bueno, es que, aunque sea una adaptación libre, no se
puede olvidar nunca el texto lorquiano de origen. Los personajes dialogan en
muchas ocasiones en verso, susurrantes, con miradas y sentimientos, el público no está acostumbrado a ver esto en salas de cine.
Aclarado
esto, entramos de lleno en lo que es ‘La novia’, una película que habla
con bellas imágenes. La fotografía, si hablamos de ella como un conjunto, es
una sucesión de desbordantes planos, espectáculo visual desde que se abre hasta
que se cierra, pocas veces he visto algo así. Dentro de ella, Paula Ortiz nos introduce las metáforas
que caracterizaban la literatura de Lorca, la Luna, la mendiga, el caballo relinchante, la
sangre…, en un paraje yermo, marcándose un objetivo cinematográfico que no está al alcance de
todos los creadores, emocionarte, que sientas.
La poesía, las canciones, y la
música, forman una mezcla con lo anterior que hace que te sobrecojas, sabiendo que
estás ante una cosa que pocas veces se ha visto en el cine, y
piensas desde ya en verla otra vez. De seguro hay cosas que se te están
escapando, lo que no te impide seguir disfrutando con esta experiencia. Dispara hacia muchos
sentimientos, y hace diana en todos sus intentos. Los actores no hacen más que echar
leña al fuego, que te quema, con esas miradas que traspasan la pantalla, y de los cuales yo
destaco a una abrumadora Inma Cuesta, entregada, siente a La Novia como suya.
La contraposición entre Leonardo (Alex García), pasional, arrebatador, y la ternura e inocencia de El
Novio (Asier Etxeandia), queda muy bien reflejada por las actuaciones de ellos.
Una Luisa Gavasa, figura trágica como madre viuda del novio, que se vale de su
experiencia para dar, si cabe, más fuerza. No podemos olvidar a Carlos Álvarez-Novoa
como padre de la novia, que no pudo ver estrenado su último trabajo, y al que
va dedicada la película.
Está claro que tendrá detractores,
que dirán que es muy caprichosa, pero es un soplo de aire fresco que alguien en
nuestra cinematografía se atreva a hacer trabajos como este. Por eso, gracias a
Paula Ortiz, por su sensibilidad, por tratar el texto con ese amor que transmite
cada fotograma de esta obra, que, estoy segura, Lorca vería con buenos ojos. Y
es que parafraseándole “cuando las cosas llegan hasta los centros, no hay quien
las arranque”, y ‘La Novia’ es una de esas cosas. Tengo entendido el granadino decidió
escribir esta historia en contraposición con el pensamiento que prevalecía en
la época, y es que la tragedia había dejado de considerarse género literario, para
otros era un género problemático, por lo que se decidían más por el melodrama,
menos perturbador, más asequible para la mentalidad general. Hay tragedias, claro
que las hay, y no por serlo, deja de haber belleza en ellas. Yo ya tengo
favorita para la noche de los Goya, aunque las 12 nominaciones ya se han
encargado de ponerla en el lugar que se merece.
Nota de Cine En Los Genes: 9 / 10
Pocas veces os he dejado con un tráiler
más bello que este:
Me habéis convencido para ir a verla, aunque tenga que ir a Granada
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