La temporada de premios está en su máximo apogeo, y hoy os
traemos la crítica de la 5 veces nominada al Oscar ‘La gran apuesta’ (The big
short), del director Adam McKay, estrenada el pasado 22 de enero.
Basada en el libro con el mismo nombre del autor Michael Lewis,
del que ya se adaptó 'Moneyball' y 'The blind side', nos presenta la siguiente sinopsis:
Cuando cuatro tipos fuera del sistema descubren que los grandes bancos, los medios de comunicación y el gobierno se niegan a reconocer el colapso de la economía, tienen una idea: "La Gran Apuesta”, pero sus inversiones de riesgo les conducen al lado oscuro de la banca moderna, donde deben poner en duda todo y a todos.
La película nos cuenta cómo unos tipos pudieron predecir la
crisis económica que comenzó en 2008 por unos números que supieron leer, y cómo
consiguieron hacer dinero con ello, apostando contra las inmobiliarias, algo
impensable y loco para la mayoría de las personas a quienes contaron sus planes.
Personalmente, a mí me ha resultado una película un tanto
difícil de seguir, cuando, claramente, esa no es la intención que tienen. Los
que están detrás de este film quieren hacer todo este mundo cercano y entendible
para el espectador medio, y, al menos conmigo, no ha resultado efectivo. Aunque
me pongan como broma un spot con Margot Robbie, tomando un baño de espuma y explicándonos
términos hipotecarios, y algunos otros. Habrá gente que entienda de finanzas y estos términos
que la haya disfrutado en su plenitud, aunque el mensaje que te quiere transmitir
sí que se entiende, y es que, como todos sabemos, los que llevan la corbata
fueron los únicos que se beneficiaron y que en cualquier momento puede volver a
pasar.
Es una buena película de su género, tema del que recordemos, ya hubo documentales
y otras películas como ‘Inside Job’ o ‘Wall Street: el dinero nunca duerme’ o
la más desenfadada ‘El lobo de Wall Street’, que ya abordaron el tema. En este
caso, el director Adam McKay bebe mucho de esa película de Martin Scorsese y,
dicho sea de paso, su dirección. Se rodea de estrellas en un intento de sonar
serio a la vez que divertido, sin ser aburrido. Deja por primera vez aparte al actor que siempre le acompaña, Will Ferrell (‘El reportero: la leyenda de Ron Burgundy’, ‘Hermanos
por pelotas’), y repite con Steve Carell
(‘Los amantes de la noticia’), que es el intérprete que más me ha gustado, aunque el que
esté nominado al Oscar sea Christian Bale, que tiene en su manga un personaje
más vistoso. Completan el reparto de caras conocidas Ryan Gosling, con un
personaje que hablando directamente a la cámara intenta que no nos sintamos estúpidos viendo
la película, y Brad Pitt, que accedió a estar frente a la cámara, con la
condición de estar detrás de parte de la producción.
Aparte de la mencionada nominación a Mejor Actor de Reparto
para Christian Bale, las otras cuatro nominaciones al Oscar con las que cuenta
son: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Montaje y Mejor Guión Adaptado. El
montaje pude observar que a veces es hasta epiléptico, con muchas imágenes
seguidas y muy rápidas, que, sencillamente, no lograron conectar conmigo, si es
que esa era la intención del montador.
Los personajes no tienen profundidad aparte de su
implicación en esta historia, apenas tienen conflictos internos, y creo que es
eso lo que más me ha echado para atrás, la falta de empatía con todos ellos, tanto que a veces te preguntas si no estás viendo un documental. El humor negro utilizado, del que usualmente me confieso seguidora, logra muy pocas veces sacarme una sonrisa. Todo esto no quita
que sea una película necesaria y duramente crítica con el sistema capitalista,
y que, consecuentemente, lleva a reflexionar, y a cuestionarnos cómo los mismos
personajes que explotaron este tema, son los que siguen en la cima de la
pirámide.
Nota de Cine En Los Genes: 6,5 / 10
A continuación, me despido con el tráiler de la película:
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