Os invitamos a leer lo que nos ha parecido la última
película bélica, que ahora mismo se encuentra en cartelera y que en Cine En Los
Genes hemos tenido la ocasión de ver. Nos referimos a ‘Hacksaw Ridge’,
protagonizada por Andrew Garfield y dirigida por Mel Gibson.
La sinopsis es la siguiente:
“Narra la historia de Desmond Doss, un joven médico militar que participó en la Batalla de Okinawa, en la II Guerra Mundial, y se convirtió en el primer objetor de conciencia en la historia estadounidense en recibir la Medalla de Honor del Congreso.” (Fuente: Filmaffinity)
Hace unos meses, Mel Gibson retornaba en su faceta de actor,
en un tono más serio del que venía ofreciendo con sus últimas participaciones en películas, con ‘Blood Father’. No obstante, nos tenía preparada otra
vuelta, y el polémico realizador lo hace volviendo al campo de batalla,
enfrascado en el uniforme que mejor le sienta, que es el de director, cargo que
ocupa por quinta vez en su vida, y que tenía abandonado desde hace una década. Esta vez se encarga de llevar a la gran
pantalla la verdadera historia de Desmond Doss, un hombre que rechazaba con
todas sus fuerzas tocar un arma, pero que, aún así, ansiaba participar en la
guerra, quería ayudar a las personas que allí se encontraban, y qué mejor
manera que curando a los que cayesen heridos. No va a ser un camino de rosas
para él en su determinación a cumplir sus deseos tal y como él quiere, ya que en
el camino hacia la guerra hay que andar sobre alambre de espino, y queda
totalmente demostrado. Él se mantiene impertérrito y fiel a sus principios en
su entrenamiento militar, tanto es así que, a veces, el espectador se pueda
sentir frustrado por su negativa, y nulo avance en la trama, aunque, viendo lo
que ocurre después, me parece correcto que se haga mucho hincapié en ese hecho.
Presentada en el Festival de Venecia en el pasado mes de
septiembre, de donde salió ovacionada, y cosechando muchas alabanzas por parte
de la crítica, la forma de estructurar lo que nos está contando la hemos visto
en muchas películas. Al principio del film nos cuenta la infancia del chico,
con un padre que participó en la anterior “Gran Guerra” que le destrozó la
vida tal y como la conocía, para después ver cómo va desarrollándose su entrenamiento, y, finalmente, su
actuación bajo fuego enemigo. Hasta aquí todo parece visto y encontrado
anteriormente, pero no olvidemos que el australiano se encuentra tras la cámara,
y que ha logrado una de las mejores escenas de lucha/guerra en ‘Braveheart’
(1995), película que cosechó 5 Oscars, incluyendo el de Mejor Película y
Director. El realismo con el que graba las escenas de acción es literalmente
muy visceral, muy cruel, tanto como lo es la guerra. Gibson es muy recordado
por (para algunos) traspasar la línea en ‘La pasión de Cristo’ (2004), filmando
escenas polémicas y de sufrimiento. A lo que voy es que se pueden ver visos de
ambas películas del director en su último trabajo. El protagonista es muy
religioso, le habla a Dios en todo momento, y lleva como única arma una biblia
a la guerra. A veces creo que quiere compararle con una especie de “Jesucristo”
en medio de ese caótico campo de batalla, y es la constatación de este hecho el
que más me saca de la película, a la vez que la historia romántica, donde
podríamos vomitar arcoíris en alguna ocasión.
Se ha rodeado de guionistas con experiencia en lo que a
historias de guerra se refiere, como son Robert Shenkkan (‘The Pacific’), Randall
Wallace (‘Pearl Harbor’) y Andrew Knight (‘El maestro del agua’). Cuando veáis
la película, veréis cómo parece claro en qué parte de la historia le ha tocado
a cada guionista poner más de sí mismo. De los actores, quiero señalar que
Andrew Garfield no es santo de mi devoción, y en los primeros compases de la
película, su sonrisa de oreja a oreja era un ataque sin miramientos a mis
nervios. Suerte que después va encaminando su actuación en cuanto la trama de
su personaje se vuelve más seria, donde regala verdaderos momentos de buena
interpretación, y es eso lo que le salva de un sonado suspenso. Cuando ves que
el encargado de entrenar a los soldados entre los cuales se encuentra el
protagonista está encarnado por Vince Vaughn no fui la única en llevarse las
manos a la cabeza, para seguidamente sorprendernos gratamente, pues creo que es
el personaje mejor llevado, ya que le da un toque cómico que resulta a veces
muy útil en el desarrollo. El reparto lo completa Teresa Palmer, que da vida a
la novia de Doss, Hugo “Sr. Smith” Weaving, que nos presenta a un padre
consumido por la vida pasada en la guerra. Por otro lado, Rachel Griffiths hace
de la tierna madre del muchacho, actriz que me pilló por sorpresa ver, y a la
cual tengo un cariño especial desde ‘La boda de Muriel’ (1994). Y por último
destacar a un correcto Sam Worthington como el Capitán Glover, una piedra más
en el camino del soldado Doss.
Para despedirme, señalar que no es una película que
reinvente el género bélico y épico, pero es muy interesante ver cómo el
protagonista hace un "David vs Goliat", historia a la cual hay muchas
referencias, empezando porque la página que está marcada en el libro sagrado que
Doss lleva consigo es la que cuenta esta historia bíblica. No os la perdáis si os gusta este
tipo de producciones cinematográficas porque no será de las mejores de la
historia, pero mucho menos de las peores. Si algo queda claro es que Mel está
en plena forma, a pesar de haber estado desaparecido todos estos años.
La claqueta cinegética le da: 7 / 10
Os dejo con el tráiler de la película, como siempre, y
deseando que estos momentos bajo las luces navideñas también estén plagados de
momentos mágicos de cine.
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