Bienvenidos a nuestra humilde morada cinéfila.
Tras las entradas dedicadas a Cannes, la vida -como el cine- sigue, y no hemos tardado en volver a las salas a disfrutar de una película, y le ha tocado el turno a 'Espías desde el cielo'.
Si no hemos visto el trailer y no sabemos de lo que va la película, seguramente el título no invite a su visionado. Por eso, antes de nada, os presento la sinopsis:
La coronel Katherine Powell, una oficial de la inteligencia militar británica, lidera una operación secreta para capturar a un grupo de terroristas en Nairobi, Kenia. Cuando se da cuenta que los terroristas están en una misión suicida, ella debe cambiar sus planes de 'capturar' por 'matar'. El piloto estadounidense de drones Steve Watts recibe la orden de destruir el refugio donde se hallan los terroristas, pero una niña de nueve años ingresa en la zona donde podría ser herida.
Con la frase "En la guerra, la primera víctima es la verdad", cita que hace que pensemos desde antes de empezar la primera escena. Una escena que nos presenta un lugar de Kenia, una niña pequeña con su familia, que en unos minutos copará el centro de la trama. En la dirección se encuentra el sudafricano Gavin Hood, que ya se encargó de películas como la oscarizada 'Tsotsi' (2005) y 'Expediente Anwar' (2007), que también trataba el tema terrorista.
Se trata de una película que aborda muy bien todos los ángulos resultantes cuando hay que tomar una decisión difícil como la que nos ocupa. En unos pocos años, la tecnología de drones ha hecho posible que los espías ya no tengan por qué ir hasta el mismo lugar para poder tomar imágenes de lo que está sucediendo, ahora lo pueden hacer desde el otro lado del mundo. Por tanto, la mayoría de la acción sucede desde los despachos, donde se toman una serie de decisiones según la circunstancia en ese momento, y que cambia y vuelve a cambiar a cada minuto. Si le tengo que poner una pega es que hubo un momento en la película donde la toma de decisiones parecía un gag paródico donde todos se lavaban las manos pidiendo la opinión de otra persona. No obstante, no dudo que esto debe de ser así en la realidad, aunque no quede muy cinematográfico.
Que no os lleve a error pensar que es una película lenta, ya que no hay apenas acción como en películas de esta índole, porque el montaje y la trama logran tomar un ritmo endiablado que harán de la inquietud y la tensión del espectador su mayor baza. Un guión sólido que firma
Guy Hibbert refuerza esta circunstancia, llevando muy bien todas las partes involucradas. Otro de los aspectos positivos de la cinta es que te lleva a reflexionar, qué harías tú, podrías lidiar con esta situación, donde está el límite de ciertas decisiones.
Los actores están estupendos, empezando por una Helen Mirren dando vida a una coronel implacable con las cosas muy claras. Alan Rickman, al que tristemente perdimos a principios de año y al cual va dedicada la película, nos ofrece una interpretación sin fisuras de un teniente que tiene que lidiar con la parte política. Aunque pongan a Aaron Paul a la altura de Helen Mirren cuando te presentan los actores de la película, este aparece menos minutos en pantalla que el anterior. Es el personaje en el que más dilemas morales recaen, ya que es el encargado de apretar el botón para que todo se ponga en movimiento. Sin olvidar a un Iain Glen, al que muchos conoceréis por ser el amigo enamorado de Daenerys en 'Juego de tronos', dando vida a un ministro que pone la parte divertida, o a Barkhad Abdi, el pirata somalí de 'Capitán Phillips', que aquí es el espía a pie de campo más tradicional.
En general, me ha parecido que es una película muy interesante, tanto por lo que trata, no olvidemos que el tema está tristemente de actualidad, como por la manera en que lo trata. Una película que te mantiene pegado a la butaca y te invita a la reflexión. Yo desde aquí, os invito a que la veáis o si ya lo habéis hecho, comentadnos qué os ha parecido.
La claqueta cinegénica le da: 7 / 10
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